Toda persona que tiene
un tatuaje lo luce con orgullo, pero en algún momento este puede transformarse
en un inconveniente para encontrar trabajo o en un problema por otras razones.
Surge entonces la necesidad de eliminarlo siendo la forma más eficiente y segura
de borrarlo, el Laser.
Los Láser son
herramientas muy precisas y que cuentan con la capacidad de proteger el tejido
circundante afectando sólo el tejido o el elemento tratado, que en este caso
serán los pigmentos del tatuaje. Se trata entonces de plataformas óptimas,
precisas y eficientes las que deben ser operadas por profesionales de la salud
debidamente acreditados.
En Kinestetica y Clínicas
Dentalia. Un profesional de la salud especializado, hace una evaluación del
paciente, confecciona una ficha clínica, observa y evalúa el tatuaje, luego
explica en extenso el protocolo ideal de tratamiento basado en los antecedentes
anteriores y responde a todas las consultas del paciente incluyendo el valor por sesión de tratamiento.
Cada tatuaje por cierto
es único y no se puede garantizar una eliminación del 100%, ya que dependerá de los colores involucrados, la
zona, el tipo de piel y tipo de pigmento usado.
Los tatuajes cosméticos
(labios, borde de parpados), no pueden eliminarse, ya que al intentarlo pueden
oscurecerse. En algunos casos podría realizarse una sesión de prueba para ver
su reacción.
Como todos los
tratamientos con laser estos deben realizarse en una sala de procedimiento
Laser, la cual debe cumplir una normativa especial del Seremi de Salud.
Al comenzar el
procedimiento se deben cubrir los ojos del paciente con unas gafas especiales
de acuerdo a las características del laser a usar y el tratante usara otras que
le permiten una visión protegida.
Luego el láser a través
de un pulso muy rápido (nanosegundos) va
destruyendo termo selectivamente los pigmentos, esto quiere decir que afecta
solo los “colores”, sin dañar los tejidos vecinos, los pigmentos tratados se fragmentan y son
liberados en el sistema linfático.
El laser produce con
cada pulso en la zona tratada una sensación similar a un golpe de elástico en
la piel. Es soportable, sin embargo para hacerlo más confortable se puede
colocar un anestésico tópico (crema) o
hielo local. Luego de la sesión, la zona se siente como una quemadura de sol,
por un par de horas.
Después del primer
tratamiento el pigmento se destruye y es removido del organismo en un plazo de
al menos 8 semanas. Una vez que termina esa etapa se puede realizar la
siguiente sesión, repitiendo el proceso según lo necesario para cada caso, con
un número de sesiones que varía entre 6 a 10 o más en algunos casos
excepcionales. Los colores oscuros son los primeros en atenuarse. Algunos
colores son más difíciles de borrar como el verde, violeta, naranjo, celeste,
rosado y blanco. También por cierto influye el tipo de pigmento utilizado, si
es un tatuaje profesional es más lento el proceso ya que el pigmento es más
denso y más profundo.
La evolución del
tratamiento depende de cada persona y también de la zona tratada, existen áreas
más sensibles como la cara interna de las muñecas o detrás de las orejas, en cambio
brazos y piernas, cuya piel es más fuerte se regenera mucho mejor. Regularmente las sesiones duraran de 15 a 30 minutos,
dependiendo fundamentalmente de la extensión del tatuaje.
Para asegurar una rápida
y segura recuperación de la piel es importante completar el protocolo de atención
con sesiones de Terapia fotodinámica.
También es importante
protegerse la piel con una pantalla solar para evitar riesgos de
hiperpigmentación.
Puedes consultar información
adicional en www.kinestetica.cl o pedir una evaluación sin costo llamado al 02
695 5516.
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