Para conseguir unas piernas bellas, esbeltas y ligeras, tenemos
que romper el círculo vicioso que existe entre una mala circulación y la
acumulación de grasas. ¿Pero, como
logramos esto?
Lo primero es controlar el sobrepeso, ya que este necesita mayor
aporte sanguíneo de las arterias y luego su retorno por las venas causará una
sobrecarga adicional, favoreciendo que fallen tempranamente los vasos,
derivando en una retención de líquidos.
Debemos alternar las actividades para no pasar muchas horas de
pie o sentado con poco movimiento. El retorno venoso sufre serias dificultades
con largas jornadas de trabajo en una misma posición, lo que lleva al edema en
las piernas debido a la acción de la fuerza de gravedad.
Controlar los anticonceptivos: Estos contienen progesterona la
que altera la tonicidad venosa, la permeabilidad vascular y el equilibrio de
los líquidos.
Realizar ejercicio para facilitar el drenaje: La almohadilla
plantar y los músculos, especialmente los de las pantorillas actúan como bombas
musculares impulsando el retorno de la sangre hacia el corazón. El ejercicio
además mejora la capacidad venosa para aspirar los líquidos intersticiales y
deshinchar las piernas.
Disminuir la sal en las comidas: Su consumo aumenta la cantidad
de líquido circulante en el organismo.
Evitar las fuentes de calor directo: Esto produce una
vasodilatación local con trasvase del agua circulante hacia los tejidos, que
hincha y causa edema en las piernas.
Ayudar con baños de inmersión: Preferiblemente con agua fría o
templada, que producen la vasoconstricción del territorio circulatorio y la
descongestión local de las piernas.
Regular el tránsito intestinal: La ingesta de fibra natural y de
agua mantendrá la regularidad, que facilita el drenaje en las piernas.
Beber mucha agua: La ingesta de más de 2,5 libros al día aumenta
la producción de orina en el riñón, estimulando el efecto diurético.
Eliminar toxinas: El café, las bebidas, el consumo de alcohol en
cantidades elevadas perjudica la microcirculación y el intercambio tisular. La
vasoconstricción capilar que producen genera acumulación de toxinas y
celulitis.
Recibir masajes: El drenaje linfático manual es el más indicado,
ya que aumenta la capacidad recolectora de los ganglios linfáticos, auténticas
estaciones de recogida y limpieza del organismo. Este masaje puede ser sedante,
estimulante o tonificante.
En Kinestetica disponemos además de presoterapia inteligente
(gobernada por computador) que cuenta con múltiples programas que permiten
manejar la intensidad de la presión, el número de compresiones y descompresión,
de manera que podemos personalizar cada uno de los tratamientos. Con esta
presoterapia intermitente, se aplican presiones bajas a nivel distal (desde los
pies) que van en aumento medida que se aproxima al centro del cuerpo. El
periodo de descompresión favorece la aspiración del líquido por parte de los
capilares y el de presión su expulsión hacia los precolectores.
Esta magnífica terapia nos permite tratar tanto los problemas
vasculares como los problemas como el picor, pesadez, hinchazón y cansancio en
las piernas derivados del edema linfático.
Consejos para ayudarnos en casa.
Objetivo: Favorecer el retorno sanguíneo.
Es importante que comprendas que las varices son venas
debilitadas, no tienen la resistencia ni la fuerza que tuvieron, les cuesta
devolver la sangre al corazón. Por esto es tan importante que tu las ayudes.
1° Descansa con las
piernas en alto, elevándolas por encima del nivel de tus caderas, apoyándolas
sobre un sillón o cojines.
2° Usa medias especiales
elásticas con ajuste de compresión, puede que no sean de tu gusto, pero evitan
que la sangre se vaya hacia las venas más pequeñas y cercanas a la piel y te
dan un alivio considerable dependiendo de la gravedad de tus varices.
3° Inclina tu cama a la
altura de los pies, puede ser bajo tu colchón, también puede ser en la patas de
la cama, esto para mantener las piernas en alto mientras duermes. Si tienes
problemas cardíacos o dificultades para respirar durante la noche, consulta a
tu médico antes de ajustar tu colchón.
4° Baños de contraste:
sumerge las piernas en un recipiente en agua caliente (vasodilatación) durante
un par de minutos y luego en agua fría (vasoconstricción) durante medio minuto.
Alternando esto durante unos diez minutos, terminando con agua fría.
5° “Consíguete” unos
masajes en las zonas afectadas por las varices: esto se debe realizar con los
pies un poco más elevados que el resto del cuerpo, el masaje se realiza desde
el tobillo hacia la cadera, es muy agradable y efectivo.
6° "Muévete"
Con una vida sedentaria tienes más posibilidades de sufrir varices que si
llevas una vida activa. Permanecer mucho tiempo sentada o de pie inmóvil
ocasiona que la sangre se acumule en las venas de las piernas. Un poco de
ejercicio diario, sobre todo caminar, subir y bajar escaleras ayuda a que se
contraigan las venas, se vacíen y se envíe con más fuerza la sangre hacia el
corazón, esto aliviana significativamente tus piernas.
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