Las cicatrices que podemos tratar son las cicatrices
hipertróficas, los queloides y las cicatrices pigmentadas.
Las hipertróficas son aquellas elevadas y rojizas pero que
permanecen dentro de los márgenes de la herida, en cambio los queloides son
cicatrices más grandes, de consistencia firme que se extienden por fuera de los
límites de la herida hacia los tejidos que las rodean.
Ambas se caracterizan
por una proliferación exuberante de tejido fibroso fruto de que la actividad
cicatricial no cesa cuando el tejido está reparado.
El tratamiento más efectivo es el Láser Co2 fraccionado ayudado
con Terapia fotodinámica lo que consigue disminuir la hipertrofia, el eritema, el
prurito y detener la actividad de la cicatriz.
Este es un protocolo avanzado,
rápido y efectivo capaz de remover la superficie y textura de la piel y que además
provoca un fuerte estímulo en la producción de colágeno, elastina y
fibroblastos. Útil para el manejo de cicatrices post quirúrgicas, producidas
por acné o varicela. Para comodidad del paciente antes del procedimiento
aplicamos anestesia tópica (crema EMLA).
Se necesitaran al
menos unas 4 sesiones con una distancia de 1 a 2 meses entre ellas. Los resultados
comienzan a ser visibles desde el inicio del tratamiento. Los cuidados
posteriores al procedimiento les serán indicados posteriormente a este, pero básicamente
estan relacionados con la protección solar. El sol influye en la pigmentación
de las cicatrices, por esto recomendamos que al menos por un mes no exponga al
sol la zona de la cicatriz.
En la piel que ha sido dañada por quemaduras o radioterapia
podemos eliminar las rojeces, y “ablandar” las cicatrices cuando son fibrosas, consiguiendo
mimetizarlas con la piel sana que las rodea.
RESUMIENDO:
Las cicatrices posteriores a intervenciones quirúrgicas, lo
mismo que las cicatrices post acneicas y algunas cicatrices traumáticas tienen
una extraordinaria respuesta con láser.
El tratamiento con láser aplicado sobre
cicatrices rojas ofrece un resultado que es más directo, disminuyendo el
eritema y a veces la elevación. Sobre cicatrices despigmentadas activará
nuevamente la pigmentación, puede actuar sobre algunas cicatrices queloideas
disminuyendo el volumen, lo mismo sobre irregularidades finas superficiales de
cicatrices antiguas. También el láser puede utilizarse en las cicatrices por
varicela, nivelándolas. Es importante mencionar que una vez se tiene una
cicatriz con pérdida de la continuidad de la piel en ningún caso recupera total
y absolutamente su aspecto previo al trauma. Las cicatrices atróficas pueden
casi desaparecer cuando no hay reemplazo del tejido normal por las fibras de
colágeno cicatricial.
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